En 2001, la agencia de estándares alimenticios de Reino Unido realizó varias pruebas con salsas de soya y ostras, encontrando en el 10,7% de las muestras el químico 3-MCPD (3-monocloropropano-1,2-diol) a niveles considerablemente más altos que los considerados seguros por la Unión Europea. Cerca de dos tercios de las muestras contenían además un segundo químico 1,3-DCP (1,3-dicloro-2-propanol), el cual expertos alertan que no debería estar presente en ninguna comida. Ambos químicos tienen el potencial de causar cáncer y la agencia recomienda que los productos afectados sean retirados de los comercios y evitados.
Y según ahí mismo los países asiaticos que consumen kilos de estas salsas consumen menos de lo peligroso para el cuerpo. Hermoso, seguiré haciendo mis comidas con esta maravillosa salsa.